La Comunidad Educativa de Alpartir (Zaragoza) ha sido reconocida con el Premio Nacional al Fomento de la Convivencia Escolar (2018), el Premio Aragón de Educación Inclusiva y Convivencia (2014), sus Buenas Prácticas Lectoras por el Mº de Educación (2012), el Premio Medio Ambiente Aragón (2011) o la Medalla de la Educación Aragonesa (2017). Es Centro Referente de UNICEF en Educación en Derechos de Infancia y Ciudadanía Global, Escuela Changemaker de la Fundación Ashoka y Centro Embajador de Save the Children. Pertenece a la Red de Derechos Humanos de Amnistía Internacional, a la Red de Escuelas UNESCO y es Escuela Promotora de Salud; además, desde el curso pasado pertenece al Círculo Agroalimentario de Aragón aportando la visión educativa del ecosistema agroalimentario de Aragón desde el ámbito escolar.

Desde el CEIP Ramón y Cajal de Alpartir, por ejemplo, se promueve el consumo de frutas con propuestas novedosas como la creación de la aplicación móvil llamada Benefruits, que tiene como vocación mejorar la salud de las personas a través del consumo responsable de frutas y verduras de cercanía, aunando así dos temas actualmente en auge: la sostenibilidad y el acceso a la tecnología, poniendo en valor temas como la proximidad, la comercialización en canales cortos y la geolocalización.

CEIP Ramón y Cajal de Alpartir cuenta también con huerto escolar en el que cultivan sus propias verduras con las que recrean las recetas de Juan Altamiras, pues desarrolló su labor culinaria en el Convento de San Cristóbal de Alpartir. La selección de recetas y productos se hace en colaboración con distintas asociaciones de la localidad y se preparan en la cocina solar por el propio alumnado, desarrollando así el currículo, el vínculo intergeneracional y la recuperación de nuestro patrimonio social y cultural.