BIOGRAFÍA INÉDITA DE RAIMUNDO GÓMEZ

La Almunia que Juan Altamiras conoció

El siglo XVIII fue para La Almunia de Doña Godina un tiempo de bonanza económica y de desarrollo demográfico, lo mismo que para el resto de España y Europa, Ignacio Jordán de Aso en su libro “Historia de la Economía Política de Aragón” recoge datos en los que se observa que la tradición cerealista continuaba acompañada por el cultivo de la vid y el olivo y la ganadería lanar fundamentalmente.

El crecimiento económico de comienzos del s. XVIII llevó aparejado un crecimiento demográfico y prueba de ello es que en 1767 en el censo  del Consejo de Catilla que encontramos en el APLA se contabilizan 3445 habitantes y 745 casas y 8 vacías. Sabemos que en el Convento Franciscano de San Lorenzo había 35 individuos; en 1786 había 26 individuos en el convento. En dicho convento en el que vivió Raimundo sus primeros años como fraile lego se creó para 15 frailes; pero no sabemos aún cuantos vivían cuando él profesara con 16 años ya cumplidos. Sí tenemos constancia de que en 1786 el convento contaba con 26 religiosos y 2 síndicos representantes del convento de religiosos franciscanos.

De  su pueblo natal, La Almunia que conoció Juan Altamiras, conocemos el nombre de algunas calles que pudo recorrer. No sabemos su casa natal, pero sí algunas calles en las que su familia tuvo propiedades y también los términos topográficos en los que sus padres y sus hermanos tuvieron posesiones.

Por ejemplo Melchor -su hermano menor- y María Diago venden propiedades en el barrio de Fraílla junto a plaza pública. Sus abuelos paternos vivían en casas de la Puerta de la Balsa, y sus abuelos maternos tenían tierras en el Pozuelo, una estacada de olivos en el Xinestar y un campo en el Plano junto a la acequia nueva. Todos ellos términos de La Almunia que conoció Altamiras.

En el libro 17.1 de los libros de propiedades y rentas que hay en el APLA aparecen los nombres de algunas calles que Raimundo conoció:

Plazuela del Bajillero, Callizo, Orno Nuevo, Corellana, Plazuela del Maestro de Niños, Puerta de Calatayud, Barrio de la Iglesia, Barrio de Frailla, Calle del Hospital, Barrio Bajo de San Diego, Adobares, Callizo sin salidas, llamados de los Juanes.

También otras como Plaza de los Olmos, Calle del Trinquete, Calle Maior, Calle de la Cera, Calle del Cementerio, Calle detrás del Molino Perales. Y también Raimundo conoció el Fosar de Santa María contiguo a la iglesia en la que le bautizaron, a él y a toda su familia.

Así mismo, Raimundo conoció ya finalizada la torre mudéjar adosada a la iglesia en la que fue bautizado.

Nacimiento de Raimundo Gómez del Val

El mismo año que nació Raimundo Gómez falleció su abuelo materno Pedro del Val que fue “zerero y zucrero”, concretamente 9 meses más tarde, el 30 de noviembre de 1709.

APLA (Archivo Parroquial de La Almunia) _ Libro de Bautismos

Sus otros 3 abuelos habían fallecido 9 años antes de que él naciera. Todos en 1700.

Sus padres, Cathalina del Val Gil y Roque Jacinto Gómez López habían nacido ambos en 1671 con una diferencia de sólo 4 meses. Poseían tierras en el Tejar, en el Aspro y una viña en Carrra la Hilera que procedían de la familia materna. Y también una suerte en la Naba, un huerto junto al convento de San Lorenzo. Lo sabemos por las capitulaciones matrimoniales ante la boda de Cathalina y Roque Jacinto firmadas ante el notario Chrisólogo Pascual por sus abuelos.

Los abuelos maternos eran Pedro del Val (nacido en 1645) que era mercader, zerero y zucrero y Cathalina Gil (nacida en 1646) -de la que también sabemos fue enterrada en la iglesia de la villa-. Y los paternos Pedro Gómez de Guerra (nacido en 1641) y Juana Lopez Gimeno, ambos labradores y por tanto propietarios de algunas tierras, como un olivar en el Xinestar y un campo en el Plano. Sus abuelos paternos vivían en casas de la puerta la Balsa.

También les dejaron los ajos de la era y la mula coja. El huerto lo vendieron sus padres a Antonio Mercado y Ximénez, infanzón en 1704.

Hasta hace poco pensábamos que Raimundo era el 8º de 10 hijos, que tuvo el matrimonio Roque Jacinto Gómez López y Cathalina Del Val Gil.

Sin embargo tras una exhaustiva investigación podemos afirmar ahora que fue el 9º de 11 hermanos ya que murió un niño que probablemente nació en el parto ya que no recibió ni nombre.

Raimundo nació el 12 de febrero de 1709.

Y cuando nació Raimundo ya habían fallecido antes que él al menos 4  de los hijos que tuvo su madre entre 1669 y 1709.

Es difícil seguir la trayectoria vital de los hermanos de Raimundo por un defecto acumulado en la primera mitad del siglo XVIII en la que los “párvulos” fallecidos son omitidos en los libros de difuntos y no aparecen sus defunciones inscritas en el libro de difuntos. Por ello de 5 de sus hermanos sólo sabemos su fecha de bautismo.

En esta época la diferencia entre el bautismo y el nacimiento era mínima -como mucho un día, aunque también bautizaban el mismo día del nacimiento- ya que para los padres de la época era un grave problema de conciencia que un niño recién nacido muriera sin ser bautizado, por eso había muy pocas horas de diferencia entre el nacimiento y el bautismo. Incluso en algunos partos era la comadre o la madrina o la “ama vieja” quien hacía las veces de sacerdote y bautizaba al recién nacido que era de nuevo bautizado por el cura o el beneficiado de la parroquia. Incluso el santero de alguna de las 4 ermitas que existían en la época en La Almunia podía bautizar a un recién nacido.

La madrina de Raimundo fue Doña Blassa Ortiz. que era mujer de Francisco Hospital y sus padres son Jerónimo Ortiz y Petronila Lumberrú originarios de Villamayor y tuvo un hermano nacido en La Almunia Agustín Ortiz. Quién era doña Blassa y cuál fue la razón de que apadrinase a Raimundo? Todavía no lo sabemos.

A Doña Blassa Ortiz le perdemos la pista pronto, sólo aparece como madrina de Raimundo. Y curiosamente también fue madrina del que luego sería su cuñado Christobal Guerrero casado con María Antonia, la 3ª en orden de las hermanas de Raimundo.

A sus hermanos los apadrinaron familiares directos: a Pedro Jacinto, María Antonia y a Juachin Antonio los apadrinó su abuela paterna, Juana López; de Jacinta Rossa y de Francisco fue madrina su tía Antonia del Val, hermana de su madre; su tía Theresa del Val fue madrina de bautismo de Francisco Antonio, el hermano que antecedió a Raimundo, y de Melchor, su hermano pequeño. Y Jacinta Rossa, su hermana 17 años mayor que ella, fue la la madrina de Apolonia Catalina la hermana menor de Raimundo.

A lo largo de 25 años -entre 1694 y 1715- nacieron todos los hermanos de Raimundo con él incluido. Era habitual que cada dos años una mujer concibiera un hijo/a.

Las fechas de nacimiento de Raimundo y sus hermanos las sabemos todas:

Pedro Jacinto 26/04/1694 murió párvulo

Jacinta Rossa 16/02/1696 y falleció el 16/06/1754

María Antonia 13/01/1698 y falleció el 01/07/1761

Joachin Antonio 20/02/1700 y falleció mancebo 08/02/1719

Francisco 21/03/1702 murió párvulo

Un niño 9/12/1703 murió al nacer

Zeferino 26/08/1704 murió párvulo

Francisco Antonio 24/07/1706 murió párvulo

Raimundo 12/02/1709 y falleció en Cariñena en 1770 a 1771

Melchor 09/01/1712 y falleció 20/07/1783

Apolonia Catalina 09/02/1715 y falleció 6/05/1758

Sabemos las fechas de la confirmación de todos los hermanos:

Pedro Jacinto 6/10/1698 a la edad de 4 años

Jacinta Rossa 6/10/1698 a la edad de 2 años

Mª Antonia Gómez 6/10/1698 con 9 meses de edad

Joachim Antonio 18/10/1703 con 3 años

Francisco 18/10/1703 con 1 año

Raimundo 22/04/1717 con 8 años

Melchor 22/04/1717 con 5 años

Apolonia 22/04/1717 con 2 años

Suponemos que el propio Raimundo tuvo que asistir probablemente al fallecimiento de dos de sus hermanos Francisco Antonio nacido 3 años antes que él y Joachim que murió mancebo, lo que es lo mismo que decir que falleció con 19 años, cuando Raimundo sólo tenía 10 años.

Completando la información sobre los fallecimientos en la familia sabemos  que Raimundo pudo saber del fallecimiento de sus tres hermanas que fallecieron mucho antes que él: Jacinta Rossa 1754, Apolonia 1758 y María Antonia 1761.

A su muerte habían fallecido todos los hermanos de Raimundo excepto Melchor.

Raimundo familia de la única fallecida en la Ruina de 1731

Uno de los descubrimientos más inesperados de la investigación realizada sobre su árbol genealógico ha sido constatar que la única persona que murió en la inundación que el 2 de junio de 1731 asoló La Almunia de Doña Godina era pariente de Raimundo. Cayeron más de 180 casas de unas 700 con las que suponemos contaba (en 1786 tenia 725), y la mayoría necesitó reparaciones.

Efectivamente Josepha Diago nacida el 20 de febrero de 1659 y fallecida en la inundación del 02.06.1731, estaba emparentada con la familia Gómez del Val. La madre de Raimundo fue madrina de la boda de uno de los sobrinos de Josepha, Francisco Diago, que luego fue el suegro de Melchor Gómez, hermano menor de Raimundo y padre de María Diago, su mujer. 

Josepha Diago era viuda de Francisco Zarzoso que había fallecido el 28.11.1703. Sólo 3 meses antes de la gran inundación había perdido a la 3ª de sus hijos: Josepha Zarzoso Diago. 

En el episodio de la Ruina, el joven Raimundo contaba con 22 años, y pudo ser uno de los frailes franciscanos implicados en el socorro a las familias que se alojaron por un tiempo en el convento de San Lorenzo que por crónicas de la época estuvo con el agua a más de un metro en la iglesia, el refectorio, y propio huerto.

¿Dónde estuvo Raimundo desde su nacimiento hasta su fallecimiento?  Aún quedan muchas lagunas por descubrir en su periplo vital. Pues no sabemos donde estuvo Raimundo desde que profesó en el convento de San Lorenzo a sus 16 años cumplidos -como mandaba la norma franciscana- hasta su muerte, con 62 años.

En los 62 años que vivió Raimundo, sabemos que vivió en 5 conventos de la orden franciscana, iniciando su recorrido como fraile lego en el convento de San Lorenzo de La Almunia. Vivió en el convento de San Cristóbal de Alpartir -que es el único lugar que cita en su recetario a cuenta de una disputa con dos cocineros de tan poca sustancia como el abadejo– y pasando por el colegio de San Diego y convento de San Francisco de Zaragoza -en dos etapas distintas de su vida-, y en Madrid en 1745 año en que se publicó su libro pudo estar en el convento de San Gil o en el de San Francisco, y en el de Santa Catalina del Monte de la villa de Cariñena.

En 1745 coinciden el año del fallecimiento de su madre, con la publicación de su recetario. A comienzos del año el 22 de enero fallece Catalina del Val, su madre. Y el 4 de julio de ese mismo año recibía la aprobación de Francisco Ardit, de la cocina de su Majestad. Y el 15 de julio la aprobación del licenciado el presbítero Pascual Sánchez. En septiembre el libro ya comenzó ya a venderse en Madrid. Tenía 36 años.

Solo 4 años más tarde murió su padre Roque Jacinto Gomez López, en 1749, ya habían salido 2 ediciones de su libro.

Quedan datos por descubrir y por conectar, por lo que será de gran utilidad la implicación de nuevos investigadores en su genealogía y en su recorrido vital, aquí compartimos todo aquello que ya hemos comprobado documentalmente, huyendo de realizar hipótesis todavía sin contrastar.

El testamento de Jacinta Rossa, su hermana, 1754

Los documentos notariales confirman que sus familiares mantuvieron un vínculo entre ellos a lo largo de toda su vida, incluso con Apolonia, que no vivía en La Almunia. En el testamento de Jacinta, de la que no nos constan hijos, se cita a sus hermanos, a fray Raimundo, religioso franciscano, así como a sus sobrinos y a Apolonia que vivía ya en Tarazona en el momento de la muerte de Jacinta, unos días después de firmar dicho testamento.

Sin duda el documento más importante que documenta definitivamente el vínculo que Raimundo tuvo con su familia, más concretamente con su hermana mayor, a la que sin duda le unía algo más que el lazo familiar pues ella se muestra como fiel devota del Padre Seráfico San Francisco.

En su propio testamento en el que nombra a sus hermanos y especialmente a Raimundo y que cuando ella falleció habían fallecido ya todos sus hermanos excepto Melchor, María Antonia y Apolonia.

El testamento de Jacinta es una prueba definitiva no sólo de la existencia del fraile ya que nunca antes lo habíamos visto por escrito firmado y certificado como parte de la familia y al que su hermana se refiere y cita explícitamente diciendo: Dejo por día de limosna y para que subvenga sus necesidades a mi Hermano Frai Raimundo Gómez Religioso Lego del Orden de mi Seráfico Padre San Francisco cuatro libras jaquesas en cada un año durante su vida natural, cuya cantidad ha de quedar y queda asegurada sobre todos y cualesquiera bienes miso y caso de que esta cantidad no se le entregue encara un año con puntualidad a este Raimundo mi hermano en tal caso dejo la facultad a quelesquiere de mis ejecutores para que arrienden todos y cuales quiere bienes míos y que de su precio se de de esta limosna; en defecto de no contribuir con ella mis herederos infraescriptos y necesario a i hermano quiero que esta obligación y limosna[1]


[1] Protocolo 722 APNLA (Archivo de Protocolos Notariales de La Almunia) _ Testamento de Jacinta Rossa firmado ante el notario Jorge de Exea el 24 de mayo de 1754.

El testamento de su hermana Jacinta Rossa nos da muchas pistas y una fundamental es que en él se cita explícitamente a su hermano Franciscano Lego de la Observancia Fray Raimundo Gómez. Nunca antes habíamos visto un documento en el que se le citara expresamente.

Además nos indica el vínculo con su hermano y también sus creencias, pues muestra la voluntad de Jacinta de ser enterrada con el hábito franciscano.

Pero en especial por citar explícitamente a sus hermanos y dejar institucionalizados como hacer el reparto de su herencia.

Nombra ejecutores de su testamento a su marido, al padre Guardián del convento de San Lorenzo y a su hermano Fray Raimundo Gómez.

[1] Protocolo 722 APNLA (Archivo de Protocolos Notariales de La Almunia) _Testamento de Jacinta Rossa firmado ante el notario Jorge de Exea el 24 de mayo de 1754.

A su hermana Antonia le da 12 libras jaquesas en una sola vez, una basquiña y una mantilla de su uso. Y a Apolonia le da 30 libras jaquesas de una sola vez y sus vestidos y “dijes” o sus joyas.

Y nombra destinatarias de su testamento a María, su sobrina hija de su hermana Apolonia que vive en Tarazona a la que hace depositaria de una cama doble de cáñamo, a su sobrina Catalina, hija de su hermano Melchor y María Diago, le deja una “cama de ropa de cáñamo” y a Melchor el hijo de éstos le deja 12 libras jaquesas.

La continuidad de la familia Gómez-Del Val

Ahora ya sabemos que solamente 3 de sus hermanos tuvieron descendencia y por tanto Raimundo tuvo sobrinos que continuaron la “saga” familiar. Solo Melchor Gómez y María Diago, María Antonia y Christóbal Guerrero, y Apolonia Gómez y Diego Aybar tuvieron hijos. Jacinta Gómez y Martín García no tuvieron hijos y éste se casó en segundas nupcias con Ana Palacios.

No hemos llegado todavía a vincular las familias actuales del s. XXI y saber qué apellidos perduran en la actualidad de los que fueron de la familia de Raimundo.  A finales del s. XVIII los apellidos vinculados con los hermanos de Raimundo y sus hijos son los siguientes:

Gomez Zarzoso, Gerónimo que nació el 1 de octubre de 1777 y es el nieto de Melchor Gomez, hermano de Raimundo, al que éste nombra su heredero, y que hasta donde han llegado nuestras investigaciones es el que todavía conserva el apellido Gómez que le une directamente a Raimundo Gómez. Lamentablemente su hermano Mariano Gomez Zarzoso, nacido el 9 de octubre de 1775 fallece párvulo en 1778.

Otros apellidos vinculados con Raimundo fruto de los hijos de los matrimonios de sus hermanas Maria Antonia y Apolonia y su hermano Melchor son:

Lopez Guerrero, Sancho López, Guerrero Peyrona, Muñoz Guerrero, Lorén Zarzoso, Casado Zarzoso, Aybar Gómez (Ybal Gómez) -Tarazona-, Díez Aybar, Gomez Diago, Guerrero Gómez

El apellido del Val de la madre de Raimundo Gomez del Val ya se ha perdido en la segunda generación pues todos los hermanos lo llevan en el 2º apellido.

Nos queda aún mucho por descubrir, pero cada uno de los nombres y apellidos que aparecen y su vínculo con la familia de Raimundo nos descubre una pista nueva para seguir completando el periplo vital de Raimundo Gómez, el hombre que siempre estuvo detrás de Juan Altamiras.